17 enero, 2008

Privatización energética

Teodoro Rentería Arróyave

La realidad es que el debate en torno al posible intento de privatización de Petróleos Mexicanos que podría incluir a todo el sector energético por parte de la cúpula del grupo en el poder, es ya nacional.

El ex candidato presidencial perredista, Andrés Manuel López Obrador retó en conferencia de prensa a discutir el tema al mismo presidente, Felipe Calderón Hinojosa, a quien desconoce como tal, a funcionarios de su gabinete inmiscuidos en el mismo y legisladores panistas y priísta.

Dos oportunas aclaraciones son de la mayor importancia: Beatriz Paredes Rangel, presidenta nacional del Partido Revolucionario Institucional, afirmó que cualquier decisión que tomen los legisladores tricolores, debe ser acorde con los documentos básicos de su instituto, en defensa de la rectoría del Estado y la vigencia de Pemex como paraestatal.

Por su parte, el senador del Partido de la Revolución Democrática, Graco Ramírez aclaró que su bancada no está contra la inversión privada en Pemex, sino de la intención del gobierno de entregar veinte por ciento del capital accionario, a ello nos oponemos afirmó contundente, simplemente porque es impensable que ocupe algún extranjero un asiento en el Consejo de Administración de la paraestatal, que es propiedad, de acuerdo al mandato de nuestra Constitución, del pueblo de México.

Es de referirnos al encuentro que se llevó al cabo en Guatemala, en el marco de la toma de posesión del flamante presidente izquierdista socialdemócrata, Álvaro Colom, entre el presidente Felipe Calderón Hinojosa y sus homólogos, el venezolano Hugo Chávez Frías y el brasileño Luiz Inacio, Lula, da Silva, no obstante que fue calificado de informal.

El encuentro reviste la mayor importancia porque en el mismo se abordó entre otros tópicos el del petróleo. Hasta donde sabemos, Calderón y sus pares sudamericanos tienen visiones totalmente diferentes, estos últimos se han separado diametralmente del neoliberalismo dictado por la gran potencia del norte y llevan al cabo una política energética profundamente nacionalista.

Felipe Calderón ha insistido en la necesidad de dar prioridad a las relaciones con los países hermanos de Latinoamericana, en un viraje altamente positivo de 180 grados respecto a la absurda política que mantuvo, inclusive con actitudes despóticas, prepotentes y majaderas, su antecesor, el también panista, Vicente Fox Quesada.

El encuentro fue calificado por Hugo Chávez de bueno y positivo. Sus palabras no dejaron nada a la duda. "Por fin podemos hablar, vernos las caras y ratificarle mi amistad con México", declaró Chávez ante los periodistas.

"Hablamos del petróleo, con Lula y Calderón, hablamos de la importancia de reactivar las relaciones".

Otra declaración que llama la atención es la de Germán Martínez, presidente del Partido Acción Nacional, puesto que también al contrario de su antecesor el yunquista, Manuel Espino Barrientos, no se cierra a la discusión, al afirmar que están dispuestos a debatir el tema de PEMEX y cualquier otro de la llamada agenda nacional en el Congreso de la Unión.

Por su parte, Santiago Creel Miranda, coordinador panista en el Senado, ha sido el único que quiso salirse por peteneras del asunto, al decir que por ahora sólo son especulaciones, pues aún está en elaboración la iniciativa correspondiente.

Esa no es la realidad, ésta identifica ya un pleno debate nacional sobre las intenciones privatizadoras del hidrocarburo, y si nos descuidamos, de toda la industria energética. Consideramos, que a pesar de los desnacionalizados de siempre, a pesar de los cambios que se hagan, se respetará el mandato constitucional que da protección plena a la soberanía de la nación.

- Teodoro Rentería Arróyave es periodista y escritor mexicano.

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