27 enero, 2008

Antropología: Los Ancestros de los Humanos, ¿Más Recolectores Que Cazadores?

 

 

 

 

Boletín NC&T Vol. 1, No. 554 24 de Diciembre de 2007.

Foto: USCLos chimpancés desean las raíces y los tubérculos aún cuando la comida sea abundante sobre la tierra, según un nuevo estudio que plantea preguntas sobre la importancia relativa de la carne para la evolución del cerebro. El estudio documenta una nueva utilización de herramientas por los chimpancés para excavar en busca de tubérculos y raíces en los bosques de la sabana de Tanzania occidental.

La avidez de los chimpancés por los banquetes enterrados ofrece nuevos detalles para un debate actual sobre el papel de la carne en su rivalidad frente a los alimentos como las patatas en la dieta de nuestros antepasados homínidos.

El debate se centra en la dieta seguida por los primeros homínidos a medida que sus cerebros y el tamaño de sus cuerpos aumentaban lentamente hacia un nivel humano. ¿Su dieta se basaba en la carne con algunas patatas, o en las patatas con un poco de carne?

Algunos investigadores han sugerido que lo que nos hizo realmente humanos fueron los tubérculos.

Los antropólogos habían especulado con que las raíces y los tubérculos eran sólo alimentos en casos de emergencia para los homínidos que intentaban sobrevivir a la terrible estación seca de hace 3,5 millones de años y posteriormente en la sabana. Se sabe que los homínidos consumían carne hace 2,5 millones de años como mínimo.

Pero el estudio sólo encontró que los chimpancés modernos excavan en busca de raíces durante la estación lluviosa, cuando abundan otras fuentes de alimentos.

El hallazgo sugiere, pero no demuestra, que los homínidos se debieron comportar de la misma forma. Los investigadores han visto a los chimpancés como buenos "análogos" o representantes de los homínidos debido a las similitudes en sus hábitats, la masa cerebral y el tamaño corporal.

Que los chimpancés excaven en busca de tubérculos sugiere que estos recursos subterráneos estaban al alcance de nuestros antepasados.


El estudio se basa en la observación de 11 sitios de excavación en el bosque de Ugalla, en la sabana de Tanzania occidental. Adriana Hernández-Aguilar (de la Universidad del Sur de California) reunió los datos de campo para este estudio.

Se correlacionaron los chimpancés con los tubérculos y las raíces excavadas, a través de las huellas de sus nudillos, sus excrementos y los restos de fibras de esos alimentos subterráneos.

En tres de los sitios, fueron encontradas siete herramientas, con el borde estropeado y marcas de suciedad, lo que implicaba su uso como instrumentos para excavar.

Debido a que los chimpancés en el área no están habituados a los humanos, Hernández-Aguilar no pudo observarlos directamente. Ella planea llevar a cabo observaciones futuras en el área y abogar por una mayor protección para los chimpancés de la sabana. "Los chimpancés de las sabanas no han sido considerados una prioridad en los planes de conservación porque viven en bajas densidades comparados con los chimpancés de los bosques", explica. "Nosotros esperamos que descubrimientos como éste demostrarán el valor de conservar las poblaciones de las sabanas".

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